Adiós, tostada (Evento San Valentín)

[Ichabod Winslowe]

((Libre, a la hora del té, domingo 14 de febrero: Evento de San Valentín))

Ichabod era una persona bastante obsesiva con que las cosas le salgan perfectas. Entregaba sus tareas prolijas y con razonamientos elaborados de forma excelente. Se vestía de forma correcta y siempre tenía la ropa limpia. Pero había algo en lo que jamás se había sentido seguro. Tenía una archienemiga, la cual hacía que se sintiera como un infante aprendiendo a hacer las cosas: la comida. Tenía en un altar a su primo y a su abuela, porque ellos podían crear cosas comestibles y que, además, se vieran bien. El cómo lo lograban, era un misterio que Ichabod no lograba descifrar.
Por esa razón, cuando logró untar a la perfección esa tostada, con manteca y jalea de manzana, se sintió ridículamente satisfecho consigo mismo. Emitió un suave "¡Ja!", observando su creación como si se tratase de algo increíble. Pero, al levantar la (perfecta) tostada a la altura de sus ojos para mirarla con amor antes de comerla, lo sobrevoló una lechuza-querubín tirando papelitos de colores y...
"¡Nooo!", se quejó, tratando de espantar a la lechuza, que insistía en posarse sobre su brazo extendido. El brazo con el cual sostenía su perfecta creación, ahora rociada de papelitos. "¡Mi tostada!"

[Jane Peterson]

Si había alguien que sabía de mezclar comida con papel era Jane, que había aprendido la lección de mantener las dos cosas alejadas a la fuerza. Después de su pequeño accidente con el jugo de naranja intentaba no hacer la tarea en la mesa de Gryffindor aunque fuera tentador poder comer algo mientras escribía o leía libros.
Esa tarde estaba tomando el té sola, todos estaban bastante revolucionados con el temita de San Valentín y los que tenían pareja parecían determinados a pasar ese domingo pegados. ¿Quizás esa fuente de té de colores tenía algún hechizo que había impedido que se separaran desde el desayuno? Jane la miró de manera sospechosa mientras le daba un sorbo a su propio té, esperando que no tuviera amortentia o alguna cosa extraña. Ella estaba perfectamente así, sola... y con la única carta que había recibido en el día y que parecía más parte de un juego de misterio que una declaración de amor o amistad.

El alboroto que la lechuza armó insistiendo en posarse sobre Ichabod llamó su atención, haciendo que volviera a mirar al frente. Bajó su taza y sonrió levemente "Creo que tiene una carta para ti" le informó porque ella había pasado por algo parecido esa misma mañana.

[Ichabod Winslowe]

((¡Gracias por entrar!))

La lechuza-querubín (¿lerubín?) ya estaba acomodada en el brazo que Ichabod mantenía extendido hacia adelante, el de la tostada. Ya se había resignado a que la lechuza lo usase de rama, pero no quería darle acceso tan fácil a su obra de arte. Porque pensaba sacarle los papelitos y comérsela, obvio. Apenas la lechuza dejase de molest-- -¿Eh? ¿Carta?-
Miró hacia la cabeza del querubín-lechuza (¿quechuza?) y cambió la expresión, de confusión a resignación, cerrando los ojos y negando con la cabeza ligeramente. "Oh... Cierto", murmuró al abrir los ojos y tomar el sobre del pico del molesto ex-plumífero, que se veía bastante perturbador con sus ojos de bebé gigante y su pico de lechuza.
"Una car-- ¡No! ¡Fuera!" Ichabod no podía creer su mala suerte. En los segundos que había dejado libre el pico de la quechuza, ésta se había girado... ¡PARA COMERLE SU TOSTADA! "¡LECHUZA ESTÚPIDA!"

La única reacción de Ichabod, además de gritar (porque al carajo con el espíritu amoroso del día), fue sacudir el brazo extendido, con lerubín y tostada incluidos. La lluvia de papelitos debe haberse extendido hasta Jane y más gente. Pido disculpas por eso. Al menos todavía no soltó la tostada, así que no hay peligro de recibirla (boca abajo, obvio) en la ropa.

[Jane Peterson]

((♡))

Lerubín me gusta más y lo voy a anotar para tenerlo a mano cuando a Mia se le agoten los apodos para Llewellyn.

La lucha de Ichabod por salvar su tostada de los corazoncitos de papel, las plumas y el pico de la pobre lechuza devenida en Cupido, eran lo más divertido que le había pasado a su merienda de domingo. Jane estaba observando todo conteniendo un poco las ganas de reír hasta que su maldad le volvió en contra. Las tostadas no saben caer de otro lado que no sea el de la mermelada así que esperemos que Ichabod siga sosteniéndola con tanta decisión.

"¡No le grites! La vas a alterar más" dijo preocupada viendo cómo los papelitos volaban hacia la comida y hacia su taza de te en particular. No le molestaba quitarlo, ella también pensaba seguir comiendo pero quería evitar que la lechuza terminara de enloquecer y se robara los scones y derramara de ese té encantado por toda la mesa. Ella no planeaba quedarse pegoteada lo que quedaba del día con nadie. Porque si, seguía pensando que era parte de un hechizo, nadie podía querer estar veinticuatro horas con otro por su propia voluntad.

[Ichabod Winslowe]

Lerubín será. Y sobre la amortentia... Digamos que Ichabod tiene una mala experiencia en el tema. No porque la haya tomado, pero sí molestó bastante a un mozo por desconfiado. Quién sabe si, por su culpa, June y él comieron canapés viejos o escupidos ese día.

Ichabod miró a Jane con los ojos entrecerrados, porque no le gustaba nada que le digan qué hacer, y mucho menos gritándole. ¿Le importó que Jane estuviese recibiendo una lluvia de papelitos por su culpa? No. Así que comenzó a quejarse con un tono agudo.
"¡Pero se va a comer mi..."

¿Mientras tanto, en la vida del lerubín? Todo bien, gracias. Sin molestarse por nada de lo que pasaba alrededor, el niño emplumado le sacó el pan de la mano a Ichabod y batió las alas para tomar envión y marcharse de allí.
Ichabod sintió el empujón hacia abajo en el brazo y contuvo las ganas de sacar la varita y quemarle las plumas de la cola al engendro ladrón, pero el poder ninja del lerubín se hizo notar. No con una bomba de humo, pero sí con una lluvia más gruesa de corazoncitos que lo obligó a cerrar los ojos.

"...tostada", terminó de decir, resignado.

[Jane Peterson]

Jane no había notado que había elevado el tono de voz, quizás se había exaltado más ella que la lerubín que parecía más interesada en robar efectivamente la tostada de su compañero de casa que en entregar la carta y en reaccionar a sus gritos. El animal los habia ignorado completamente y se había ido bañándolos en corazones y dejando a Ichabod sin su merienda.

Lo observó alejarse con la boca entreabierta por un instante hasta que bajó la mirada hacia el chico nuevamente. "Lo siento" le dijo apretando los labios e inspirando para juntar voluntad y quitarse todo los papelitos que tenía en el cabello y en la ropa. "Al menos tienes una carta por San Valentín..." murmuró como quien quiere verle el lado bueno al asunto "Aunque me parece que querías más a tu tostada que a una admiradora secreta".

[Ichabod Winslowe]

Cosa extraña para Ichabod, quedarse sin su tostada lo había dejado más deprimido que enojado. El sutil puchero que hizo sin querer lo demostró claramente. La verdad es que ni siquiera llegó a registrar las disculpas innecesarias de Jane. Solo pudo pensar en que le habían robado la merienda.

"Sí... Era una tostada perfecta", comentó, sin ánimos de sonar gracioso, pero... ¿En serio, Ichabod? Trata de que no se te noten tanto el hambre y la inutilidad culinaria. ¡Haz un esfuerzo!

Su cerebro quedó un poco en corto-circuito con el cambio de planes, así que solo bajó el brazo (que ya extrañaba a su querida tostada) y lo apoyó en la mesa. Tenía ambos brazos extendidos delante suyo y sostenía el sobre entre los dedos índice y pulgar de cada mano. Estaba cubierto de papelitos con forma de corazón y tenía una expresión decepcionada digna de un nene de seis años que fue castigado.

¡Díganme si no representa de forma perfecta el espíritu del día!

[Jane Peterson]

Frunció levemente el ceño, escapándosele una sonrisa de costado al escuchar semejante adjetivo para una tostada pero simuló seguir concentrada en quitarse los corazoncitos de la ropa, al menos hasta estar segura de que no se iba a reír de la situación. Ichabod parecía genuinamente afectado por la pérdida de su pan y por tener ahora un sobre cursi entre sus manos.

"¿Por qué era perfecta?" quiso saber Jane, quizás había comido tostadas defectuosas toda su vida y no se había enterado. Se acomodó mejor en su lugar, dándose cuenta que comenzaba a sentirse curiosa y divertida por la manera en que esa lechuza querubín había afectado su aburrido té de la tarde... ahora tenía tostadas perfectas robadas y sobres misteriosos, ¿quién sabía si el mensaje que había recibido su compañero de Gryffindor no era igual de extraño que el que Joseph le había enviado a ella?.

[Ichabod Winslowe]

Pata el orgullo de Ichabod, que le sacasen su tostada perfecta y que le enviasen una carta de San Valentín era igual a que le hubiesen dado una patada en la entrepierna y lo hubiesen rematado con una patada voladora en la cabeza. Y encima de todo, como frutilla del postre machucado que era su pobre ego, estaban los papelitos. Para él no podía quedar más en evidencia que estaba teniendo una tarde espantosa.

"Estaba entera, sin agujeros de esos del pan, y tenía una cantidad justa de manteca y de dulce" le explicó. Levantó la vista del sobre y la miró a ella, para evaluar el nivel de entendimiento que Jane tenía sobre su problema. Si se le reía... Digamos que eso iba a estar difícil de remontar, pero al menos la huida no iba a ser veloz: primero se tendría que sacudir los corazoncitos. Trataría de mantener el daño cercado y de no trasladar su humillación a los pasillos. June le haría la vida imposible si se enteraba. ¿O quizás ya se habría enterado y lo estaba mirando con alguna expresión rara de burla o alguna otra cosa? Ichabod ni siquiera se atrevió a buscarla con la mirada.

[Jane Peterson]

La explicación del chico le pareció totalmente entendible, sonaba como una tostada perfecta y hasta por un momento se imaginó la manteca y el dulce arriba desparramado y le dio hambre; pero de ahí a ponerse mal y verse tan desilusionado y molesto como parecía Ichabod había un trecho.

Jane no se rió, parpadeó y se quedó observándolo por un momento en silencio, esperando que fuera él quien se ría. Ah, ¿no? ¿Era en serio su frustración por la pérdida de su merienda?
"Puedes intentar hacer otra, ahora que sabes las proporciones para que quede perfecta" intentó consolarlo con lo que le pareció más lógico, ¿otra rebanada de pan no iba a ser reemplazo suficiente como para mejorar un poco el momento? Quizás eso le diera un poco de ganas y fuerza para abrir la carta.

[Ichabod Winslowe]

Al menos Jane no se había reído. Era bueno que hubiese al menos una persona empática en esa interacción humana.

Ichabod le mantuvo la mirada el tiempo que ella lo hizo, pero la bajó al recordar que estaba cubierto de papelitos y debía parecer un chiste hecho persona. Dejó la carta junto a su taza de té (también arruinado, ni loco tomaba té con pedazos de papelitos flotando) y se inclinó hacia un lado, para tratar de sacudirse los papelitos del cabello fuera de la mesa. Que cayesen en el banco o el suelo, le daba igual. Él no los limpiaría.

"Si me saliesen bien las tostadas untadas, esa no habría sido tan especial" refunfuñó, mientras se pasaba los dedos por el cabello.

[Jane Peterson]

Jane todavía tenía papelitos de colores en la túnica pero terminaría de sacudirse para quitárselos cuando se pusiera de pie, tampoco era agua o algo peor, mientras no estuvieran en su cara o en el cabello no le molestaban.

"Pero ahora sabes que puedes hacerlas..." insistió queriendo que la tostada voladora no fuera una tragedia, Ichabod sonaba como si le hubieran robado algo irremplazable "Hasta a mí ya se me antojó una" dijo acercándose más a la mesa para intentar encontrar pan que no tuviera papelitos ni nada extraño, cosa difícil ese día porque estaban todos revolucionados con el correo de cupido "Mmm con manteca y miel" siguió en voz alta, como si a él le importara de qué iba a hacerse una tostada. "¿No quieres otra?" le preguntó finalmente al tomar su rodaja de pan.

[Ichabod Winslowe]

Ichabod se enderezó para volver a mirarla, aún pasándose los dedos por el cabello. Los últimos papelitos cayeron desde su flequillo hasta su rostro, así que se pasó las manos por allí también. Se sentía muy molesto física y mentalmente. Y de ambas cosas el culpable era el lerubín ladrón. Cualquiera que le aliviase alguno de los síntomas de malestar que tenía (papelitos, hambre y una carta que no había pedido recibir), pasaría a caerle bien al instante. Él era demasiado caprichoso como para aceptar que sus problemas eran algo simple de mejorar. Y demasiado orgulloso como para tratar de mejorarlos él mismo.

"Sí, quiero una, pero con jalea" le dijo, mirándola a los ojos. Nunca había aprendido a disimular sus expresiones, así que Jane podría encontrar en su rostro esperanza e ilusión. Comenzó a sacudirse los papelitos de la túnica, pero sin poner el alma en ello. Toda la atención estaba centrada en la chica que tenía delante.

No le rompas el corazón y dale un desayuno decente, Jane. Es un inútil mala onda, pero al menos es un inútil mala onda agradecido. No te arrepentirás de tenerlo de tu lado cuando haya que quemarle la cola al próximo lerubín que se les acerque.

[Jane Peterson]

Estaba haciendo un esfuerzo bastante grande por ignorar los papelitos de colores que aún brillaban en el rostro y en la ropa de Ichabod, si se tentaba sabía que iba a hacerlo sentir todavía peor y, aunque no compartía la frustración que él sentía por una tostada, podía entenderla.

La mano derecha de Jane había tomado un cuchillo y se había dirigido notoriamente hacia la manteca para untar la tostada que claramente era para ella... pero la respuesta de su compañero y la cara con la que la miraba la hicieron darse cuenta que en realidad estaba pidiéndosela a ella. Por un instante dudó en hacerle caso, porque si la razón de todo su mal estar había sido perder una tostada perfecta, algo le decía que si no untaba perfectamente la jalea en el pan iba a terminar de hacerlo sentir miserable y no quería que se tirara de la torre de Gryffindor por su culpa.

"Eh... ¿de moras o de calabaza?" preguntó para saber hacia donde redirigir el cuchillo. Jane estaba haciendo uso de toda la paciencia que había aprendido a tenerle a sus hermanos mayores, que eran bastante inútiles y la dejaban cocinando sola a una edad ridícula porque sino no había merienda ni cena ni nada.

[Ichabod Winslowe]

'Alumno se lanza de la torre de Gryffindor luego de una devastadora decepción culinaria.' Lindo título para El Profeta. Y de sub-título: 'Se prohíben las tostadas en Hogwarts hasta nuevo aviso.'

"De moras" le dijo. Una señal de que su humor podía mejorar tan solo con ese gesto amable de ella, era que al sacarse los papelitos de encima ya no se golpeaba la ropa y el cabello de forma histérica, sino que los buscaba uno a uno con movimientos más tranquilos. "Gracias" agregó en voz un poco más baja pero perfectamente audible.

Es un borrego caprichoso, pero todo lo que hagan los demás en relación a la comida le parece siempre genial. Esperemos que Jane no se estrese mucho tratando de untar la tostada a la perfección. Con que el pobre pedazo de pan no termine partido en dos ya era suficiente para él.